El Parkour ofrece libertad, más aún, el Parkour en sí mismo es libertad, da muchas herramientas y posibilidades, es un poder y como todo poder se puede usar para edificar o destruir por lo cual debe ser usado de una manera consciente. Es un método de entrenamiento muy accesible porque no es indispensable un equipamiento o terreno especial para hacerlo, no hay reglas y no necesitamos pagar los servicios de un entrenador. Yo mismo soy mi entrenador, si tuviera un entrenador de Parkour: Me guiaría primeramente a fortalecer mi cuerpo; Me guiaría a entrenar enfocada y constantemente y a descansar después de los entrenamientos intensivos; Me guiaría a guardar reposo en caso de una lesión (Reposo: Dejar la actividad deportiva inmediatamente ya que si se continúa la actividad con dolor se agrava la lesión.); Entre otras cosas. Por consiguiente asumo yo mismo estas responsabilidades.
Me apasiona entrenar, todo en mi vida está relacionado con el Parkour, pero es esa pasión la que me llevó a cometer errores y esa misma pasión la que hoy me hace escribir esto y estar en un proceso de recuperación.
Cuando te lastimas una muñeca puedes mejorar tu salto de precisión o equilibrio, cuando te lastimas una rodilla puedes mejorar tus balanceos o plancha, pero hace un tiempo tuve una lesión que no me permitía hacer ningún tipo de fuerza, incluso estornudar o caminar era una tortura que me provocaba un intenso dolor de cabeza, debí consultar médicos y el tratamiento fue simplemente guardar reposo, más o menos 70 días después pude salir a hacer equilibrio y empecé poco a poco a retomar mis entrenamientos, sin embargo, hoy después de año y medio, un leve dolor de cabeza sigue apareciendo cuando realizo algún movimiento brusco o que requiera mucha fuerza. La pasión por entrenar me llevó a no descansar lo suficiente y a lastimar una y otra vez un daño que aún no había sanado por completo. Y esa misma pasión por entrenar me hizo entender que el Parkour debe fortalecer mi cuerpo, no dañarlo y con esto en mente he decidido reposar nuevamente hasta que esté realmente bien de salud y apto para entrenar con seguridad. Desde el comienzo lo supe, si los saltos me provocan dolor no debería hacerlos, pero en mi mente había una batalla y pensaba cosas como “me voy a atrasar, me voy a debilitar, con el tiempo sanará” incluso “¿Qué van a pensar?”, sentía que el mundo acabaría, entonces pensé dedicarme mientras tanto a otras actividades que disfruto, como escribir estas líneas.
Reconozco que tomar la decisión de no saltar pudiéndolo hacer fue un reto más grande que cualquier salto de precisión. La mayoría de las veces en la vida sabemos cuál sería la mejor decisión, pero no la tomamos, lo que sucede es que cualquier decisión conlleva una crisis, una decisión representa una negación a todas las demás opciones, lo cierto es que todos tomamos decisiones de forma continua, otros dejan que los demás decidan por ellos. Para progresar es necesario no evitar las decisiones que se deben tomar, hay que estar dispuesto a pagar el precio de equivocarse o a disfrutar el resultado de haber acertado, siempre asumir la responsabilidad. Me alentó mucho leer una serie de entrevistas de Traceurs experimentados, en una de las cuales Laurent Piemontesi declara: “Les dije que no me encontraba bien, que me iba a quedar en casa, si hubiera seguido entrenándome hoy no estaría aquí, tuve la suerte de estar rodeado de gente fuerte, que me ayudó a recuperarme y resurgir con más fuerza. El objetivo es conseguir ser fuerte y la misma fuerza que se obtiene puede aplicarse a una cosa u otra, a mi me ha servido para enfrentarme a los problemas, para superar obstáculos y la vida está hecha de obstáculos, si se es un guerrero de verdad se es un guerrero en todo, no es un traje que te pones para practicar un deporte y cuando terminas de practicarlo te lo quitas y te olvidas.”
Hoy entiendo que si se quiere disfrutar del Parkour por largos años a veces es necesario sacrificar algunos meses, de otro modo una lesión podría agravarse trayendo peores consecuencias. También entiendo que voy a perder todas las ampollas que protegen mis manos y mis músculos perderán su fuerza y cuando de nuevo le oprima “reproducir” a mi entrenamiento voy a tener que lentamente adaptar de nuevo mi cuerpo. Me consuela saber que sólo será la parte física, pues la parte técnica y mental perdura más en el tiempo, por ejemplo para hacer un salto de fondo mis tobillos estarán desadaptados pero no voy a tener que aprender de nuevo el rollo(rodada) pues la forma correcta de hacerlo ya está grabada en mi mente.
Espero que estas ideas le ayuden a alguien en su proceso y le motiven a tomar la mejor decisión y a entender que no hay afán, que esto es personal y que nuestro cuerpo es un tesoro muy valioso que no tiene remplazo.
:)
“No lo hagan por la gente que los ve, háganlo por ustedes, siempre piensen en ustedes.” | Kazuma.